Leyendo algunas frases célebres de Napoleón Bonaparte hay una que ha llamado fuertemente nuestra atención, y dice:
“Cuando tu enemigo esté ejecutando un movimiento en falso, nunca lo interrumpas”.
Esta frase, atribuida a Napoleón, ciertamente se aplica a su filosofía en la estrategia de guerra. Napoleón reconocía la necesidad de entender las motivaciones, hábitos y carácter del enemigo, y como la mayoría de las referencias utilizadas en la guerra el aviso es total y válidamente asimilable al mundo en un muchas facetas.
Lo que siempre decimos en nuestros seminarios, respecto a ser auditado por Contraloría, es que cuando los auditores se equivoquen en el trabajo que ellos realizan usted no debe corregirlos.
Me explico con un ejemplo:
Los auditores deben cumplir con el debido proceso de los auditados, en el juicio administrativo que se establece a través de la auditoría gubernamental, en el cual es obligatorio que se notifique a los involucrados: a) el inicio de la acción de control, b) la comunicación de resultados provisionales, y c) la “invitación” a la lectura del borrador del informe. Estos pasos son los requeridos para que se permita el acceso a la defensa (garantía constitucional) en la primera fase del proceso de control gubernamental.
Así, en el caso de que el auditado no sea notificado de uno o más de los pasos citados en el párrafo anterior cualquier observación de Contraloría podría ser anulada en la instancia jurisdiccional.
Con la frase de Napoleón, citada al inicio de este artículo, si usted se da cuenta que los auditores no le han notificado algo que debían hacerlo (para garantizar su derecho a la defensa) pues lo que usted debería hacer es NO DECIR NADA. Me explico: cualquier error que vea que el personal de Contraloría comete no debería ser comunicado a ellos para que lo corrijan.
¿Qué harán los auditores si usted, ingenuamente, les hace notar que no le han notificado el inicio de la acción de control, aún cuando si le notificaron los resultados provisionales? Pues, van a corregir esto y le notificarán el inicio de la auditoría de forma inmediata. ¿Qué ganó usted haciéndoles caer en cuenta ese error? R. Nada. Al contrario, si se callaba tenía un “as” bajo la manga que podría haberlo utilizado para impugnar la posible resolución de Contraloría en una etapa posterior.
“Juegue bien el juego” de ser auditado, hablando metafóricamente. No de al enemigo elementos para que los utilice en su contra y lo destroce. Siga el consejo de Napoleón!
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