Reeditamos un artículo que escribimos en enero de 2019, ya que la importancia del tema surge de vez en cuando. Tuvimos esta semana una consulta en la que entre otros temas, nos preguntaban ¨¿Cree usted que deberíamos solicitarle una auditoría a la Contraloría, para que se despejen las denuncias que una persona está haciendo en contra de la institución?
Nuestra respuesta fue, naturalmente, un rotundo no.
A continuación explicamos el por qué no debe pedir al verdugo que venga a su ejecución. El lenguaje al inicio del párrafo es una frase coloquial que describe mil palabras.
Seguimos observando como, de una manera ingenua, hay autoridades y dignatarios que quieren “lavarse la cara” pidiendo que un externo (léase Contraloría General del Estado) valide su actuación, y les de la bendición, o les diga que todo está correcto. Esto es incluso, a nuestro parecer, como cuando los niños regresan a ver a uno de sus progenitores buscando su aprobación.. solo que ahora se trata de adultos buscando algo similar.
La Ley Orgánica de la Contraloría General del Estado (LOCGE) en su artículo 9, respecto del Concepto y elementos del Control Interno, señala:
“El control interno constituye un proceso aplicado por la máxima autoridad, la dirección y el personal de cada institución, que proporciona seguridad razonable de que se protegen los recursos públicos y se alcancen los objetivos institucionales..- El control interno será responsabilidad de cada institución del Estado…”.
De lo leído se puede comprender que realizar el control interno es responsabilidad de cada servidor público, es decir que en todas las entidades del Estado debe ejercerse un revisión y tomar los correctivos pertinentes sin la necesidad de que pedir “auxilio” o ayuda para esta labor a la CGE. Y cuando se encuentren deficiencias, producto de una autoevaluación, tampoco se debe enviar el “chisme” a la Contraloría.
No queremos decir que estamos en contra de que el organismo de control ejerza sus competencias de control sino que los servidores públicos ejerzan esta misma competencia que la ley les otorga. Y claro, debe entenderse también que si Contraloría encuentra deficiencias u observaciones en la administración pública determinará las responsabilidades (administrativas y/o civiles) que tengan lugar.
Hablar sobre las responsabilidades jurídicas que determina Contraloría requiere un análisis más detallado, pero para efectos de este artículo nos limitaremos a decir que conjuntamente con éstas van de la mano la imposición de sanciones económicas (multas) y el resarcimiento del daño económico ocasionado (glosas u órdenes de reintegro).
Insistimos, no pida que le auditen
Regresando al tema central de este ensayo, lo decimos con fuerza: No pida ser auditado/a! Esto le traerá más problemas que beneficios.
Si conoce de problemas en su entidad, comuníquelo a sus superiores para que se tome correctivos y/o intente tomar correctivos, eso señala la ley y es su deber como servidor público.
Y bueno, cuando el organismo de control venga a cumplir con su mandato constitucional colabore con el mismo, siempre con tacto, cuidado y tino (y sin contar chismes). Si ya ha sido sujeto de auditoría sabe por qué decimos esto.
En nuestro curso “Respuestas a Observaciones de Contraloría” tratamos este y otros temas. También puede realizarnos consultas al respecto.
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La desconsideración entre departamentos conlleva a llamar obligatoriamente a la Contraloría, por que nadie quiere hacer cargo de su responsabilidad como funcionario publico.
Muy buen articulo. Gracias por compartirlo.
Es verdad pero los chismosos también caen, con el ente de control que es la Controlaría hay que ser muy discretos y no proporcionar datos porque estos señores se alimentan del cuento y aplican y ponen glosas a personas inocentes que nada tienen que ver. Gracias Francisco por alimentarnos con tus buenos comentarios son muy importantes y valiosos. No dejes de hacerlo. Saludos Cordiales Gladys
cada vez se aprende, diría cada instante.
un tema de suma importancia.
Es fundamental que estos temas de importancia para el servidor publico se ofrezcan a traves de cursos masivos en territorio para que todo servidor conozca. Y no haya servidores desleales con la entidad donde trabaja.
La verdad es que afrontar un proceso de auditoría gubernamental se puede convertir en dolor de cabeza para cualquiera. Muchos servidores públicos, especialmente los nuevos, no saben de esto y lo toman a la ligera.
Sobre esas personas desleales, pues están en todas partes, y esperan hacer daño a la mínima ocasión… por eso, la importancia de saber tratar las denuncias con discreción.
Hay servidores públicos que por tratar de “salvar su pellejo” no dudan en hacer daño a sus compañeros, creyendo tontamente que el auditor les va a “salvar” .
Hay que considerar que auditores que no tienen principios, ética y profesionalismo se alimentan de cuentos y chismes y hacen de esto un festín y por ende las sanciones, las glosas y que incluyen a los informantes..”chismosos”